Diccionario Jurídico.
El delito de tráfico de influencias, muy común ahora entre la clase política, está contenido en nuestro código penal. Conforma una serie de conductas cometidas por funcionarios o particulares que consisten en aprovecharse de su influencia sobre funcionario, para conseguir una resolución, que proporcione un beneficio económico propio o ajeno.
-SIENDO TAMBIÉN UNA CONDUCTA DE CORRUPCIÓN-
Este delito tiene semejanzas al cohecho (del que pronto hablaremos), y el bien jurídico protegido es el mismo: “principio de imparcialidad en el ejercicio de la función pública”, sí los separa el que no se exija en el tráfico ofrecimiento o aceptación de dádiva o promesa.
Los art. 428 y el 429 del Código penal hablan de que se comete este delito cuando, con la obtención de una resolución que no necesariamente debe ser ilegal, aunque sí imparcial o injusta, se tiende a obtener un beneficio económico y el ejercicio de una influencia definida por el Tribunal Supremo como ejercicio de “predominio o fuerza moral”.
Mientras que en el caso del funcionario se tratará de aprovecharse de las facultades del cargo o relación jerárquica, así como de sus relaciones personales, en el supuesto de influencia del particular, queda reducido al uso de estas últimas. Relaciones que podemos entender abarcan las de “parentesco, afectividad, amistad o compañerismo político”. El particular que influyere en un funcionario público o autoridad prevaliéndose de cualquier situación derivada de su relación personal con éste o con otro funcionario público o autoridad para conseguir una resolución que le pueda generar directa o indirectamente un beneficio económico para sí o para un tercero, será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y multa del tanto al duplo del beneficio perseguido u obtenido. Si obtuviere el beneficio perseguido, estas penas se impondrán en su mitad superior.
Ejemplos:
- Agilizar un expediente para la concesión de una licencia legal vulnerando con ello el principio de igualdad entre los administrados.
- Incidir sobre otra persona para que te quinten o aminoren una multa. Por ejemplo, que mediante la influencia se paralice un procedimiento sancionador administrativo para conseguir que, por el transcurso del tiempo, la sanción prescriba y, en consecuencia, no haya que pagar una determinada multa (en este caso, tal y como exige el tipo penal, nos encontraríamos ante un beneficio económico indirecto para el influyente o un tercero que se ahorran el pago de la multa
- Influir sobre otros para que seas elegido en un concurso u oposición.
- Alcalde que agiliza la concesión de una licencia de apertura de un determinado negocio –licencia lícita por cumplir con los requisitos exigidos- porque se lo solicita un amigo. A su vez, deja que el resto de licencias solicitadas para negocios similares sigan su curso normal haciendo que su amigo pueda abrir antes el negocio y obtener, al menos durante un tiempo, y como consecuencia de la novedad, toda la clientela lo que, naturalmente, le supondrá un notable beneficio económico. Conducta: prevalimiento de relación de amistad + resolución justa + beneficio económico.
- El pariente de algún funcionario judicial que consigue que sus pleitos en el juzgado sean los primeros que se resuelvan, o que incluso se resuelvan a favor del este o aquel…
Juan Zarza. ABOGADO Valverde del Camino
Comentarios 37
Muy buena explicación. Los ejemplos ayudan a comprender mejor el contenido de los artículos, pues llevo un rato buscando ejemplos útiles y no he encontrado hasta que me he topado con tus aclaraciones. Gracias! ?
Gracias a ti Marta, por escribirnos y ayudarnos a seguir mejorando. 🙂